miércoles, 1 de febrero de 2017

¡ Esculpiendo vitalidad !

¡Quien fuera la espátula de Miguel Ángel!
                                                                   

Estas en mis pensamientos...
                                                     
 La Avestruz líquida.

martes, 31 de enero de 2017

Observaciones del mes


"Un accidente"


Celebrando la llegada del nuevo año compartimos mis amigos y yo  Quirilluca, preciosa playa en la comuna de Puchuncavi. Día de gloria y esplendor. Estimulada por un día como pocos y por la naturaleza de la zona decidì bañarme en ese precioso mar de verano pleno de vida y luz,  cual sirena  me deleitaba en  sus tibias, ondulantes y encantadoras aguas, cuando en un momento de audacia impacte el dedo del pie contra una roca sumergida . Al salirme del mar el golpe hacia su efecto, procure olvidarme del dolor y me concentre en la belleza alrededor. Extasiada por las ondas luminosas nos retiramos fascinados del lugar, intentando darle menos importancia al doloroso accidente que se manifestaba  punzante y latente. Seguimos nuestro recorrido por el litoral hasta llegar mi novio y yo a nuestra cabaña en un fundo del valle de Puchuncavi. Todo era idílico, la soledad del valle, la bella y mística tarde en su ocaso y la llegada de la noche en intima comunión con la infinita y oscura bóveda celeste donde bailaban estrellas fugaces raptaban mi atención. La fogata que encendimos nos purificaba. Seducida por este entorno la pulsación del dedo accidentado se manifestaba cada vez más. Ya entrada la noche en plena oscuridad cuando nos fuimos a dormir, un tropezón contra la cama en el mismo dedo me hizo estallar de dolor, la uña del pie estaba totalmente fuera de su lugar, me produjo intranquilidad. Al llegar la mañana todo empeoraba, comprobé que cojeaba. Partí de emergencia, buscando alivio y solución a la posta de Puchuncavi .Cualquier roce en la zona me afectaba, no habían médicos hasta las 5 de la tarde.Tuvimos que emprender a Santiago a la  hora mas calurosa. Llegando hicimos una procesión de emergencias en hospitales y clínicas que dejaban mucho que desear, las demoras eran de 4 horas, con preferencia atendían a quienes tenían un diagnostico mas grave. El tiempo se me hacia eterno y pensaba como consuelo en que lo mío era un detalle. Pero acaso el diablo no esta en los detalles ?. Agotada por la situación logramos que me atendieran a las 11 de la noche en una clínica privada donde la cuenta se hizo notar, de ahí caí en las realidades de las cuales uno no puede escapar. Todo el éxtasis de belleza y libertad vividos me llevaban a reflexionar sobre las fragilidades humanas. Que un accidente de este tipo  me dejara inmovilizada, casi sin poder caminar era una limitante que me obligaba a tener paciencia y pensar en el subtexto de esa estadía espiritual. En lo profundo de mi ser creo encontrar la razón, pero uno intenta hacerse el desentendido, hasta impactar contra una roca milenaria.
Mi pasado prehistórico me volvía a la mente , inmortalizando la realidad.
Aquí sanándomeal cabo de seis meses podrá volver mi pie a como debe ser, por mientras a otra cosa mariposa!
                
 La Avestruz accidentada.
                                                                              Dibujo Amara Alejandra Quintana.